¿Qué efectos psicológicos pueden tener los niños que han sido separados de sus familias en la frontera?  

Viendo las noticias de familias separadas en USA y su presidente, me hizo pensar en muchos temas que afectan a nuestras familias mexicanas, y centroamericanas en este caso en particular.  Leía con tristeza que estamos sin empatía ante la situación, gente criticando la decisión de esos padres de llevarse a los niños con ellos, y otros consintiendo las acciones del presidente Trump, exigiendo cambios a los gobiernos de los países de los cuáles estaban migrando estas familias.  Luego me venía a la mente la cifra: ¡2000 niños!

A decir verdad, me impactó el tema de ver a los niños en las jaulas, escuchar sus vocecitas pidiendo a su mamá y su papá, y cuando vi la imagen que está adjunta al blog, solo pude reconocer una cosa: esta niñita estaba pasando por el momento cúspide del trauma, una huella que quedará ahí para ella y emocionalmente será difícil de superar; puedes ver como su lenguaje corporal indica su angustia, el estrés, la desesperación, su vulnerabilidad y confusión del momento que esta por vivir: el abandono… ¡Y es una chiquita de menos de 3 años!.  Al ser separada de su madre y familiares, habrá mucho trabajo emocional que hacer para sobrellevar esta experiencia.

Y ese estrés y esa vulnerabilidad la viven miles de niños en mi país día a día, unos son expuestos a migrar en condiciones peligrosas y otros a pasar un sin fin de situaciones de riesgo: desnutrición, negligencia, violencia doméstica, adicciones de los padres, abuso físico y emocional, y en casos peores, explotación sexual, por mencionar algunas condiciones de riesgo; marcando su vida como ya dije, con la experiencia de «trauma».  Son estos padres que entregan un apego inseguro, es decir, donde hay experiencias dolorosas como malos tratos o abandono, que llevan al niño a tener un cerebro «desordenado», y adaptar conductas para sobrevivir y protegerse ante la vivencia de terror y falta de control sobre lo que les ocurre.

El ser humano es el ser más vulnerable que existe, de hecho, si no somos cuidados cuando somos bebés, moriremos.  No hay de otra manera, requerimos de ser cuidados para sobrevivir, requerimos de un mundo seguro, que en este caso, es modelado por los adultos.  Y vaya, con estas noticias, lo último que estamos haciendo es cuidar de nuestros niños, cosa que nos corresponde a todos, a los padres, a los políticos, a ti y a mi, a todos los adultos.

Los infantes que han atravesado eventos traumáticos como el abandono pueden presentar problemas de autorregulación de las emociones, dificultades para conducirse responsablemente de acuerdo a su edad, dificultades para las relaciones interpersonales (pueden aislarse o entrar en relaciones conflictivas), parecen no manifestar empatía (ponerse en lugar del otro), muestran retrasos en el desarrollo, dificultades de aprendizaje, problemas de concentración y problemas de conducta (reacciones agresivas, cambios de humor, estallidos de ira, entre otros), pobre control de impulsos (voracidad al comer, robo…); o llegar a desarrollar trastornos de conducta específicos como trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) o trastorno negativista desafiante (TND).

Por otro lado, puedo decirte como psicóloga que hay esperanza, nuestros niños pueden reponerse a la situación del trauma con tratamientos específicos, un tratamiento que siempre necesitará de un padre o tutor de buena calidad, que sea firme y seguro para ellos, sumando la capacidad de resiliencia que tenemos como seres humanos.

Cuando hay evidencias de las consecuencias de una situación traumática, lo mejor será crear una red de apoyo, donde colaboren los padres, profesores, educadores, psicólogos, neurólogos y paidopsiquiatras; y aquí aprovecho a que seamos cuidadosos de no estigmatizar la salud mental, si se requiere un psiquiatra para niños (paidopsiquiatra), será mejor consultarlo, se trata de que todos trabajemos como equipo para apoyar.  Hay otros elementos que ayudan, a parte de las relaciones, como son los valores de la familia, las creencias, el compromiso, la identidad, por ello, habrá niños que tengan mas posibilidades de avanzar que otros.

Si eres padre, como puedes ver, eres muy importante en la promoción de la salud mental de tu hijo, encárgate de ser un padre que ofrece un apego seguro, que es constante, paciente y empático, encárgate de ser un padre que da la posibilidad a su hijo de «tener un cerebro ordenado», y así poder construir un mundo mejor.

Psic. Cristina Adame.

Foto en portada de la revista Time tomada por el fotógrafo John Moore.

 

 

 

 

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